Las setas nameko (Pholiota nameko) son, después de las shiitake, las más cultivadas y consumidas en Japón. Su nombre en japonés significa “seta babosa”, ya que una fina película viscosa cubre todo su cuerpo. El nameko es una seta que crece en grupos, a veces muy numerosos, en los tocones o troncos caídos de árboles de hoja ancha. Es una seta bastante productiva, pero requiere unas condiciones muy específicas para fructificar, por lo que se necesita mucho conocimiento y experiencia para cultivarla.
EN LA COCINA
El nameko tiene un característico color naranja intenso que se mantiene al cocinarlo y un sabor con toques de tierra, nuez y madera. Su textura viscosa lo convierte en un ingrediente perfecto para espesar cremas y caldos, por lo que siempre ha sido un ingrediente muy utilizado en las sopas japonesas, especialmente en la sopa de miso. Para aprovechar al máximo esta cualidad, necesita un tiempo de cocción relativamente largo que le permita liberar todos sus jugos.
La carne del nameko es firme, de olor y sabor suaves, por lo que si se combina con otros productos de sabores fuertes, se corre el riesgo de que pase un poco desapercibido. Sin embargo, en risottos, guisos de aves o verduras salteadas, destaca aportando un toque peculiar y delicioso. Aunque de pequeño tamaño, estas setas están cargadas de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Los estudios preliminares sugieren que las setas Nameko:
Tienen un gran poder antioxidante
Fortalecen el sistema inmunológico
Mejoran el funcionamiento del sistema nervioso
Producen compuestos antivirales, antibacterianos y antiinflamatorios
Protegen la salud del sistema óseo
Estimulan la producción de insulina y su regulación en el organismo